Marlaska permite que Guardias Civiles en Baleares tengan que vivir en sus coches particulares

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado la pasada semana el abandono que sufren los agentes destinados en Baleares por parte del ministerio de Interior, encabezado por Marlaska, y el resto de administraciones. La dejadez institucional con sus propios funcionarios, que se juegan la vida a diario garantizando la seguridad de la población, queda evidenciada al conocerse que docenas de agentes destinados en el archipiélago se han visto obligados a vivir en sus propios coches particulares.

Según detalló la Asociación el pasado 14 de marzo, desde hace semanas, su delegación en Baleares “ha recibido llamadas de más de 40 agentes angustiados al no poder afrontar los disparatados precios de la vivienda de alquiler o de la oferta hotelera, a quienes la situación aboca a situación de estrés y ansiedad incompatibles con el normal desempeño de las funciones encomendadas a la Guardia Civil”.

El origen del problema radica en que los agentes que son asignados a cubrir vacantes con carácter forzoso, tras un ascenso o un curso de especialización, deben trasladarse a su nuevo destino en Baleares sin haberlo solicitado, aunque no quieran mudarse. Al igual que ya sucedió el año pasado, algunos Guardias Civiles deben afrontar una situación tan extrema que deben optar por vivir en sus propios vehículos por la imposibilidad de encontrar una vivienda adecuada a un precio asequible.

La AUGC explica que anualmente vienen obligados a Baleares cierto número de agentes “pero este año la gran mayoría de incorporaciones serán forzosas pues el archipiélago se ha convertido en algo así como un destino de castigo, al cual casi nadie quiere venir voluntariamente y los que llegan forzosos, se marcharán a la mínima oportunidad”, advierte la Asociación en su web.

El abandono del ministro Marlaska a los agentes, la mayoría con familias a su cargo, redunda en su calidad de vida, situándolos ante un escenario de gran estrés, pues deben costear dos viviendas: la familiar y el alquiler en el destino al que va obligado el funcionario. El deterioro de la salud, física y mental, puede provocar que un número indeterminado de Guardias Civiles sufran algún tipo de afectación, así como una baja laboral por no poder desempeñar su trabajo.

La AUGC ha advertido que, como un efecto dominó, la merma de efectivos compromete la seguridad ciudadana en aquellas islas y municipios donde la carestía de la vivienda de alquiler es mayor. Tal será el caso, si no se remedia, ante la llegada de agentes en formación durante el verano, que encontrarán que los precios de las viviendas, ya de por sí inasumibles, se volverán aún más prohibitivos.

La Asociación reclamó en febrero de 2022 la modificación de la Ley de Personal de la Guardia Civil para reconocer la especial singularidad de Baleares con el fin de que sea declarado un destino de carácter preferente y no de paso. Marlaska permanece silente, y más de un año después, ni se aumenta el complemento de insularidad, ni se proporciona viviendas a los agentes. El deterioro de la seguridad y la situación límite de los agentes no preocupa en absoluto al gobierno a pesar, advierte la AUGC, de que “aboca a este colectivo al colapso”.

Situaciones tan delirantes como la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, abortada in extremis por el propio cainismo de las formaciones de izquierda y separatistas, demuestran hasta qué punto el gobierno de coalición, con Marlaska encabezando Interior, menosprecia el trabajo y la integridad personal de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Criminalizados por los propios integrantes del gobierno de coalición, la legislatura sanchista ha consistido en un continuo ataque a la Policía y Guardia Civil, con especial énfasis en mermar su capacidad legal y material para mantener la seguridad ciudadana y proteger su integridad física.

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"GDH Digital" - Diario Policial