Fallece el coronel de la Guardia Civil José Herrera García-Lora

El coronel de la Guardia Civil José Herrera García-Lora falleció este jueves en la ciudad de Granada a los 74 años. El manchego murió debido a una grave enfermedad que sufría desde hacía un tiempo. Fue jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo entre los años 2000 y 2009, en los que se ganó el respeto y el cariño de sus compañeros y de figuras de toda la sociedad lucense.

Nació en Puertollano en el año 1950. García-Lora ejerció en la ciudad de Granada antes de llegar a Lugo como teniente coronel. Allí formó su familia. Volvió a la ciudad de la Alhambra antes de pasar a la reserva, años después. Allí pasó sus últimos años.

Cuando ascendió a coronel, en el año 2009, fue destinado a las Islas Canarias, donde pasó cerca de un lustro. Estuvo al mando del Centro de Coordinación Regional de la Guardia Civil, ubicado en la ciudad de Las Palmas. Se trataba de una unidad de reciente creación que coordinaba los servicios marítimos, los helicópteros, las patrullas fiscales, la vigilancia de costas y seguridad ciudadana en las islas, con el fin de centralizar todos las fuerzas que tienen relación con la entrada ilegal de inmigrantes, que es una de las principales necesidades de este momento en Canarias.

Se fue a Las Palmas tras ascender a coronel

García-Lora había estado al frente de la provincia de Lugo durante ocho años y medio, hasta su ascenso a coronel. Curiosamente, uno de los servicios realizados por el coronel durante su mandato en Lugo fue el rescate de un pesquero en aguas de Canarias, que se descubrió gracias a una persona de Burela que recibió una llamada desde el barco secuestrado, y ello permitió poner en marcha una liberación en alta mar. En el año 1982, se le otorgó la medalla al mérito con distintivo blanco. Era un gran aficionado a la tauromaquia.

Fue sustituido al frente de la Comandancia por el teniente coronel Gonzalo Borrás. 

En su acto de despedida, celebrado el 22 de mayo del 2009, García-Lora Herrera recordó que los ocho años y nueve meses que pasó en Lugo fueron «un auténtico placer» y que él y su familia se llevan en el corazón «el cariño de los lucenses». Aquel día, destacó los esfuerzos realizados por el Estado en la rehabilitación de cuarteles y agradeció su apoyo a los alcaldes de la provincia. Herrera siempre se enorgulleció de que, cuando se marchó de la Comandancia, no quedaba ningún crimen sin resolver. En aquel evento, se despidió con un «fue un honor trabajar por Lugo».

Tuvo tres hijos con su esposa, Maribel, dos varones y una mujer. El velatorio se celebra en el tanatorio Virrey Morcillo, en Villarrobledo (Castilla-La Mancha). Se celebrará una misa en su memoria este viernes, a las 16.40 en la iglesia de San Blas, en la misma localidad.

Desde estas líneas trasladamos nuestro más sentido pésame a familiares, amigos y compañeros.

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