
Detenido un guardia civil por agredir a un superior en Casabermeja (Málaga)
El arrestado golpeó, presuntamente, al superior en las manos y los compañeros mediaron
El can detectó el cadáver de un felino y restos de carne posiblemente adulterada
Guardia Civil01/06/2022Trudi, la perra de la Guardia Civil especializada en localizar cebos envenenados, rastreó ayer un barrio de Teis donde 25 gatos murieron intoxicados. La border collie de dos años y medio perteneciente a la Comandancia de Ourense ayudó a la patrulla del Seprona de Vigo a buscar pistas para dar con el responsable del exterminio de los felinos. Olfateó a lo largo del camino de Xuncal, marcó algunos restos de carne que podrían estar contaminados y descubrió los restos óseos de un felino debajo de una bolsa de plástico. Nacho, su adiestrador, la premiaba lanzándole una pelota de plástico cada vez que realizaba algún hallazgo.
Trudi llegó a Vigo a raíz de la denuncia presentada por el colectivo Gatiños da Rúa. Los voluntarios de esta entidad estaban pendientes de la colonia de gatos que ha sido exterminada. Muchos gatos estaban castrados. Los voluntarios les daban de comer y se preocupaban por su estado. Pero a alguna persona sin escrúpulos no le debían gustar y sembró el barrio de veneno.
Una veintena de ellos fallecieron hace más de un mes y otros cinco el pasado fin de semana. Los voluntarios hicieron todo lo posible, pero no pudieron salvarles la vida. Los animales aparecían agonizando junto a la presa. Ingresaron a algunos en una clínica veterinaria y también se llevaron a otros a sus casas para cuidarlos, sobre todo crías a las que alimentaron a base de biberones, pero acabaron muriéndose.
Los miembros de Gatiños da Rúa costearon con sus propios recursos la realización de una autopsia para averiguar las causas de tantas muertes. Llevaron a una clínica pericial de Lugo uno de los cadáveres y los resultados no fueron ninguna sorpresa. La causa de la muerte fue una intoxicación causada por la ingestión de raticida. «Fuimos al Seprona y ellos han conseguido el perro para rastrear la zona. El Concello también está enterado, pero no han hecho nada», afirma Sandra Díaz Rodríguez, de Gatiños da Rúa. Marea de Vigo pidió hace unas semanas la apertura de una investigación urgente que tampoco obtuvo respuesta.
Gatiños da Rúa reclama a la administración local que coloque carteles en las colonias para pedir que se respeten a los gatos. «Les hemos mandado ejemplos de carteles, se los hemos pedido durante cuatro años y no hay manera. Invierten dinero en castrarlos, pero luego no lo hacen en defenderlos», critica.
Susi, otra colaboradora y vecina de la calle Xuncal, afirma que, de todos los gatos que había, solo quedan cuatro. Ha sido una gran pérdida para ellos. La familia gatuna llevaba más de 30 años asentada en este lugar.
Temen que se puedan seguir produciendo este tipo de muertes. «Estamos muy preocupados. Sabemos que hay más casos, por ejemplo en Redondela. Desgraciadamente, se está convirtiendo en algo muy habitual. No podemos llegar al extremo de que estas salvajadas se normalicen», afirma Sandra.
El arrestado golpeó, presuntamente, al superior en las manos y los compañeros mediaron
«Nos quedamos con su recuerdo inolvidable, con todo el cariño que nos ha dado y con las lecciones de vida que día a día nos dejó», ha manifestado Pedro García, su guía y propietario
Sumando el salario base y los complementos, el sueldo de un agente de la Guardia Civil puede alcanzar los 2.500 euros
Los hechos sucedieron cuando el sujeto estaba siendo desplazado desde el calabozo hacia otra zona de las instalaciones policiales
El altercardo se ha producido a la 13.00 horas debido a un problema de aparcamiento. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional está investigando el caso.
El presunto agresor opuso una fuerte resistencia a su detención
«Nos quedamos con su recuerdo inolvidable, con todo el cariño que nos ha dado y con las lecciones de vida que día a día nos dejó», ha manifestado Pedro García, su guía y propietario
Según vecinos de Candelaria, el suceso habría sucedido en Araya, cerca del polideportivo, donde presuntamente residía el guardia civil
El guardia civil, de 52 años, apareció en el interior de un vehículo
El arrestado golpeó, presuntamente, al superior en las manos y los compañeros mediaron
Los agentes no podían ni identificarle ni arrestarle si se cruzaban con él antes de llegar a Barcelona