Fiscalía archiva su investigación de la tragedia de Melilla al no ver delito en la actuación de los guardias civiles

La Fiscalía ha archivado las diligencias en las que investigaba la tragedia en la valla de Melilla que el pasado 24 de junio dejó al menos 23 inmigrantes fallecidos. Así lo ha acordado la fiscal de Sala de Extranjería, Beatriz Sánchez, al no apreciar indicios de delito en la actuación de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La decisión supone un alivio para el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, puesto que la actuación de las Fuerzas de Seguridad había sido muy cuestionada por varios grupos políticos.

El Ministerio Público explica en el decreto de archivo que en los seis meses de investigación ha inspeccionado la zona donde sucedieron los hechos, ha tomado declaración a cuatro inmigrantes que participaron en el asalto, a cuatro policías nacionales y a 14 guardias civiles. También ha analizado informes, material videográfico -helicóptero y dron que grabaron lo sucedido- y audios del día de los hechos.

De esas de las diligencias de investigación practicadas "no puede concluirse que la actuación de los agentes intervinientes incrementara el riesgo para la vida e integridad física de los migrantes, por lo que no se les puede imputar un delito de homicidio imprudente".

Añade que "ninguno de los agentes actuantes en el operativo tuvo conocimiento de la avalancha producida y de sus fatídicas consecuencias, por lo que en ningún momento supieron que había personas en situación de riesgo que necesitaban su auxilio". Y precisa que, "incluso de haberlo sabido, no podrían habérselo prestado sin riesgo propio".

En la investigación realizada por la Fiscalía, se constata que la actuación de los migrantes, entre 700 y 800 personas, fue en todo momento "hostil y violenta, tanto hacia los agentes marroquíes como hacia los españoles".

En cuanto a los rechazos en frontera, explica que se llevaron a cabo 470, efectuados "en cumplimiento y en el ejercicio de sus funciones, en aplicación de lo dispuesto en la Ley de Extranjería y en base a las competencias que legalmente tienen atribuidas para evitar un daño grave, inmediato e irreparable, como era el ataque violento, masivo e incontrolado a una frontera española".

El decreto recoge detalladamente la sucesión de acontecimientos y explica así el momento en el que se produjeron los fallecimientos: "La impaciencia y desesperación de los numerosos migrantes congregados en el patio marroquí por entrar en España, sumado al hecho de que las fuerzas de seguridad marroquíes estaban comenzado a entrar por la parte posterior del recinto, provocó una enorme presión en la zona de las puertas recién fracturadas, produciéndose una avalancha de cientos de personas que intentaban traspasarlas a la vez, quedando amontonados y atrapados un número indeterminado de migrantes que fueron aplastados y pisoteados por otros que consiguieron pasar, saltando sobre los cuerpos apilados en las puertas".

Los informes de Marruecos enviados a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, basados en las autopsias, indican que la causa de todas las muertes "fue asfixia mecánica compatible con una presión torácica externa", lo que según la Fiscalía es "coherente con la estampida y el aglutinamiento de un número importante de personas en un espacio reducido, combinado con el movimiento de una multitud en pánico".

Aunque no hay indicios de delito, la Fiscalía explica que se ha dado traslado al Director Adjunto Operativo de la Guardia Civil de la actuación de varios agentes que lanzaron piedras contra las personas migrantes, por si fuera constitutiva de infracción disciplinaria. Él decreto indica que "al menos dos de los agentes [...] lanzaron varias decenas de piedras hacia los migrantes que se hallaban encaramados a la valla. Solo se advierte el impacto de una de las piedras en el costado de uno de ellos, sin que resulte acreditado la causación de lesiones".

Fuente

"GDH Digital" - Diario Policial

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