Un 'cuchitril' sin ventilación y con cucarachas: así trabaja la Guardia Civil en Huelva

En el sótano del Palacio de Justicia de Huelva hay un cuartel en condiciones deplorables. Además, en Punta Umbría y Cartaya, se trasvasan patrullas de pueblos de interior y de otros puestos durante el verano por falta de agentes

Miscelánea31/08/2022GDH DigitalGDH Digital
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Cuarto habilitado para la Guardia Civil y la Policía Nacional en terribles condiciones.

En el sótano del Palacio de Justicia de Huelva, en un cuartucho sin ventilación ni sistema de climatización, de paredes desconchadas, rodeados de tuberías y hasta del cubo de la fregona (y demás utensilios de limpieza). En él pasan sus turnos los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil encargados de la custodia de detenidos. El 'cuchitril' habilitado para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, junto a los calabozos por el que a diario pasan decenas de arrestados y presos, tiene como único respiradero una pequeña ventana casi a la altura del techo.

Este verano, con unas temperaturas extremas en Andalucía que no están dando apenas tregua, está resultando especialmente duro. “Se dan unas condiciones de insalubridad que pueden afectar a la salud tanto de los agentes como de los detenidos”, advierte la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que está a la espera de que el Defensor del Pueblo intervenga tras denunciar la situación por segunda vez. La Dirección General de la Guardia Civil también tiene conocimiento por escrito del problema, que arrastra ya desde hace años en los juzgados onubenses.

En la zona destinada a calabozos –hay cuatro–, no existe tampoco un sistema de videovigilancia y grabación y solo se dispone de un único monitor que cubre el pasillo de acceso, con lo que se incumple, según el colectivo, el Protocolo de actuación en las áreas de custodia de detenidos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aprobado por la Secretaría de Estado de Seguridad en 2015 y actualizado en 2018. Han pasado siete años y el Ministerio de Interior “continúa sin subsanar” estas carencias, denuncia.

El subterráneo de los juzgados no es la única dependencia con problemas o faltas en la Guardia Civil en la provincia, sostiene la asociación. Desde San Juan del Puerto a Punta Umbría, El Rocío, Escacena del Campo, Beas o El Rompido (Cartaya), siguen existiendo puestos que carecen de cámaras de vigilancia, hay pabellones con humedades o con problemas de inundaciones, en algunos falla el sistema eléctrico y las plagas de cucarachas se han extendido este año por varios acuartelamientos. En el Servicio Marítimo Provincial, con unas instalaciones deficitarias, los efectivos comparten la única ducha existente con el personal de Aduanas.

En la Operación Verano 2022, cuando el Ministerio del Interior ha destinado a la provincia 30 guardias civiles de refuerzo, AUGC considera que ha quedado al descubierto “un problema endémico en Huelva, la falta de efectivos”, que se hace más visible en algunos puntos de la costa. Es el caso de Punta Umbría, municipio que durante el verano llega a rondar los 100.000 habitantes, el déficit de personal se está venciendo desplazando patrullas desde ocho pueblos de interior –Aljaraque, Gibraleón, San Bartolomé, Trigueros, Beas, Lucena del Puerto, Bonares y San Juan del Puerto–, que ven reducida la presencia policial.

La situación es crítica y hemos llegado al punto de que en un puesto principal y de gran importancia como es Punta Umbría, tiene en todos los turnos de servicio al menos una patrulla que no está destinada en la localidad”, problema que se viene produciendo desde hace años y al que Interior “no da una solución definitiva”, ya que los refuerzos que llegan “solo suponen un respiro para algunas unidades” en las zonas costeras. Ante esta coyuntura, el colectivo avisa a la población de que si la Guardia Civil tarda en llegar ante un aviso en uno de estos ocho pueblos, que “quedan obligadamente más abandonados”, puede deberse a que también estén realizando el servicio en Punta Umbría.

A pocos kilómetros, también en la costa occidental, se repite un panorama similar, con trasvase de agentes: Cartaya no puede mantener el servicio que le corresponde como puesto principal –una patrulla cada ocho horas de servicio, un guardia civil de atención al ciudadano y otro de puertas–, por falta de personal, denuncia también la asociación. Aquí existen al menos ocho guardias civiles comisionados –incluidos dos mandos– y, en consecuencia, no pueden mantenerse los servicios, de manera que se está tirando de patrullas de núcleos próximo de El Rompido y Lepe, mientras las plantillas siguen sin aumentarse.

Se están denegando a los agentes de Lepe durante el verano, según AUGC, los días de asuntos propios

La consecuencia es la misma, que estas localidades, con importantes núcleos residenciales y que ven incrementada su población en los meses de verano por las segundas residencias y la masiva llegada de turistas, “no cuentan con la vigilancia adecuada y estén abandonadas al no existir más patrullas de servicio en muchas ocasiones”, afirma.

En paralelo, también tiene efectos en las plantillas; se están denegando a los agentes de Lepe durante el verano, según AUGC, las peticiones de días de asuntos propios, de descansos por festivos o nocturnos, por tener que cubrir servicios en Cartaya. El colectivo reclama el aumento de la plantilla en la provincia y lamenta que la Dirección General de la Guardia Civil, en manos de María Gámez, “no va a poner fin la sangría de efectivos que sufre Huelva”.

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