
Su actitud ante el vigésimo aniversario del 11-M, en la recepción 'oficial', con Pedro Sánchez a su vera, alejado de las víctimas reales, puede cavar su fosa como jefe del Estado.
La Guardia Civil es un cuerpo poco querido en algunas comunidades autónomas cuyos impresentables y sectarios dirigentes, no el pueblo, detestan todo lo que huele a españolismo.
Opinión29/05/2022La Guardia Civil es un cuerpo poco querido en algunas comunidades autónomas cuyos impresentables y sectarios dirigentes, no el pueblo, detestan todo lo que huele a españolismo. En Galicia, en cambio, los agentes de la Benemérita cuentan, por lo general, con el reconocimiento y el respeto de una sociedad que sabe perfectamente la enorme labor que realizan en un sinfín de campos relacionados con la seguridad y la vigilancia, especialmente en ciertas áreas rurales que parecen estar abandonadas de la mano de Dios.
Pese a todas las campañas de desprestigio que se han puesto en marcha contra el cuerpo armado, por parte de ciertos grupos políticos supuestamente progresistas, y de no pocos colectivos nacionalistas, la Guardia Civil es una de las instituciones mejor valoradas por la ciudadanía española, y además ese apoyo no deja de crecer gracias a las inteligentes campañas que el propio cuerpo, antes bastante cerrado en sí mismo, ha puesto en marcha para difundir el trabajo que realiza en áreas hasta ahora poco conocidas.
Es el caso de los efectivos que velan por la seguridad de los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, muchos de los cuales piden hacerse fotos con ellos por considerarlos una especie de aliados muy cercanos a los que se puede recurrir, las 24 horas del día, ante cualquier contratiempo. Vean los vídeos que hay colgados al respecto y comprueben el afecto con el que son saludados por los caminantes que, procedentes de decenas de países, avanzan hacia Santiago.
Esa es la verdadera Guardia Civil, no el cuerpo armado y represor del que tanto hablan los intoxicadores de siempre.
Beatriz Castro (periodista) - El Diario Gallego
Su actitud ante el vigésimo aniversario del 11-M, en la recepción 'oficial', con Pedro Sánchez a su vera, alejado de las víctimas reales, puede cavar su fosa como jefe del Estado.
El Gobierno traslada a los afrodescendientes desde el archipiélago a la península y luego les deja en las calles de Madrid, donde somos muchos y no se nota menos unos cuantos miles más
La opción que se baraja es la activación de determinados protocolos en defensa de la nación española, de la Constitución, del imperio de la ley y de SM el Rey, todo ello bajo el mando de Felipe VI.
Distintas fuentes apuntan en RRSS que nuestro Rey habría ordenado a la Guardia Real expulsar a Sánchez de La Zarzuela tras mostrar el monarca su negativa a firmar la aministía de los golpistas catalanes y las posteriores "amenazas" del presidente en funciones
Sánchez no sólo no se arrepiente de sus barbaridades sino que ahondará en ellas: ideología de género, aborto, woke, adoración al planeta, trashumanismo, guerracivilismo, economía subvencionada, cristofobia...
Hagámonos una pregunta: si el guardia civil hubiese desenfundado su arma reglamentaria y herido mortalmente al conductor, ¿qué habría sucedido?
Según vecinos de Candelaria, el suceso habría sucedido en Araya, cerca del polideportivo, donde presuntamente residía el guardia civil
El guardia civil, de 52 años, apareció en el interior de un vehículo
El arrestado golpeó, presuntamente, al superior en las manos y los compañeros mediaron
Los agentes no podían ni identificarle ni arrestarle si se cruzaban con él antes de llegar a Barcelona
De momento se desconoce el alcance de las lesiones del agente herido